viernes, 25 de febrero de 2011

Argentinos volvió a la copa, y la copa volvió al barrio

Tras 25 años de espera, los hinchas del bicho volvieron a ver sus colores dentro de la competición más importante de Sudamérica. La gente, ansiosa y esperanzada, no solo volvería a verlo jugar en su cancha, sino que también desde aquella histórica tribuna que desde hacía mucho no ocupaba, la de la calle Boyacá. Con el estallido todos en la salida del equipo, el equipo le remontó un partido con porvenir oscuro al América de México, para terminar ganándolo 3 a 1, y liderar el grupo 3 de la Copa Libertadores.


Con una gran actuación del nuevo delantero de área, Santiago Salcedo, que metió dos goles, y una tremenda definición de Cristian Sánchez Prette, Argentinos revirtió un primer tiempo para el olvido, con desconcentraciones en la pelota parada, sin distribución en el mediocampo, y con muchos pelotazos a los delanteros, que no pesaban en ataque ni en defensa. Con un juego muy poco fluído y un América de México que no ofrecía resistencia, a mitad de la primera parte el equipo del barrio se dio cuenta de que lo podía ganar, pero llegó un baldazo de agua fría, el gol de Daniel Montenegro, que nublaba el panorama del partido, y derrumbaba las chances de ganar por primera vez en el campeonato.


Llegando al final del primer tiempo llegó una jugada dudosa que terminó en penal, y con una gran definición, el paraguayo le tapó la boca a muchos y le cambió la cara al equipo, que salió al segundo tiempo con otra actitud: más agresivo, Troglio hizo dos cambios y cambió la formación a un 4-4-2. América se replegó y esperó el final del partido para rescatar ese punto que los conformaba. Sólo restaba que de un córner ejecutado por Mauro Bogado, de muy buena aparición, Salcedo volviera a convertir, y que Sánchez Prette sacara de la galera un derechazo espectacular que terminó en el ángulo del arquero mexicano, Francisco Ochoa.


Un hincha de 19 años, Julián Russo, se refirió a estos temas:


-¿Qué te produjo que Argentinos vuelva a la calle Boyacá?

Volver a Boyacá fue más que nada una alegría por la historia. Argentinos históricamente hizo de local ahí. Por eso en la década del 60 se bautizó al equipo como "el tifón de Boyacá”. Sobre todo la alegría es porque volvimos a nuestro estadio hace 7 años y ayer a la noche pudimos también volver a nuestro lugar en el barrio. Si bien yo claramente no viví esa parte de la historia del club, muchas cosas pasaron en esas tribunas. Volver a ese lugar es respetar la historia, como el “fútbol y toque” y el semillero.


-¿Y volver a la Libertadores? ¿Cómo viviste estos últimos años del club?

-Y, por otro lado, ver a argentinos por primera vez en la copa es algo maravilloso. La verdad se me hincha el pecho de orgullo cuando los grandes medios nacionales hablan de "el modesto club de barrio" que siempre hace milagros, como el del jueves 24 y como contra Fluminense. Son cosas que nunca nadie podrá entender, además yo voy a ver a Argentinos desde que tengo 7 años. En la B, en Ferro, vi un ascenso y un descenso. Y siempre remarla de abajo, quedar ahí en la puerta del ascenso, hasta que una camada del semillero revivió nuestra historia (Pisculichi, Biglia, Walter García) y nos devolvieron a nuestro lugar, a primera. Vivimos muchas cosas: la inauguración del estadio, todo. Fueron muchas alegrías juntas. Después fue ganarle por primera vez a los grandes y ver que el bicho efectivamente era un club de primera, dijeran lo que dijeran. Y más tarde el campeonato y esto nuevamente, es sentir el pecho inflado siempre.


¿Por qué no volvieron a la calle Boyacá apenas se reinauguró el estadio?

Porque los 20 años dando vueltas por otros barrios le quitaron a Argentinos ese sentido de pertenencia del “barrio” que recién ahora está recuperando. Recién ahora está volviendo a sentirse la ligazón entre "Argentinos Juniors - Barrio Paternal", y eso es algo hermoso.

Argentinos volvió a la copa, y la copa, volvió al barrio.

Escribe: Pablo Pilanski.